Felicidad en dosis perfectas

¿Ves el Sol?. Lo saco yo. Y lo hago para tí.

¿Ves las estrellas?. Bueno.. evidentemente aquí en Madrid es muy difícil ver las estrellas, pero si alguna vez has estado en un paraje inhóspito (véase cualquiera sin contaminación) las habrás visto.. enfín todo para decirte que las estrellas una a una las he puesto ahí para tí.

A lo mejor eso tan romántico de sacar el Sol, las estrellas, Marte o Saturno no lo he echo nunca ( ojo, que no quiere decir que si pudiera no lo haría), pero sabes que mil y una cosas si que he echo por tí. Aunque si me parara a analizar la situación con tranquilidad y paciencia ( que no me sobra, todo hay que decirlo) más bien tendría que decir que todo lo hago por mí. Si, aunque parezca mentira lo hago por mí. Porque hacerte feliz, verte sonreír y estar contigo es lo que me da la felicidad en dosis perfectas (que científico todo :D).

Tú y tus mil tonterías, y tú y tus cosas que hacen que aunque tenga ganas de quedarme tirada por cualquier rincón, de estar ahí sintiéndome una maldita desdichada, me dé cuenta de que en realidad no podría ser más feliz. Por tu culpa.

Te quiero créeme, lo hago por puro placer. Y a todas horas. Y todos los días. Y no desde siempre. Y tampoco te puedo decir que para siempre, pero oye, aún así te miro, te sonrío, te beso, te cojo de la mano y sigo para adelante.

Y todo esto para qué, te preguntarás. Para darte las gracias. Gracias por ser tú y por hacerme ser yo. Eres la mejor persona (subrayemos lo de persona) que conozco.

Y como ya me habrás preguntado 28 millones de veces que si esto va para ti, te lo aclaro.

Sí, sí. Es para ti. Total y completamente. Hasta la última coma. Igual que hasta mi última célula es para ti.

Y yo más y antes.