domingo, 13 de febrero de 2011

Federico Moccia.

Me gustaría levantarme de la cama y encontrarme una rosa. Roja no. Blanca. Pura. Para escribir en ella como si fuese una página nueva. Una rosa dejada por alguien que piensa en mí y a quien todavía no conozco. Lo sé. Un contrasentido. Pero me haría sonreír. La cogería y me la llevaría al instituto. La dejaría apoyada en el pupitre, sin más, sin decir nada. Y yo, todavía sin decir nada, la dejaría allí toda la mañana. Después, a última hora, arrancaría uno a uno los pétalos y, con un rotulador azul, escribiría letra a letra, una sola en cada pétalo, la frase de aquella canción tan bonita, y después tiraría los pétalos por la ventana. El viento se los llevaría. Podía ser que alguien los encontrase. Que volviese a ponerlas en orden. Que leyese la frase. Y que me viniese a buscar. Él quizá. Ya. Pero ¿quién es él?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues la respuesta la tienes bastante facil. Será tu principe azil, que vendrá en un caballo blanco(posiblemente llamado Ferrari). Y será tu ideal del hombre, lo que incluye no solo su belleza, sino tambien otras muy bienas cualidades k no tendrán otros. Por eso será un principe azul. PD: espero k no sea como uno de Avatar. ))

IИCOGИITO