domingo, 10 de abril de 2011

Nueva York

Son muchos los que dicen que en Nueva York hay un lugar mágico. Y creo que tienen razón.
Muchos de los que me conocéis, como ya sabéis soy una soñadora empedernida. Sueño con muchas cosas..
Con un coche nuevo, un loco viaje sin planear, una vida eterna, que me toque la lotería, sueño con poder despertarme un día y que ver que no todo es tan monótono, sueño con viajar, dar una vuelta por todo el mundo, aprender inglés, alemán y perfeccionar mi euskera e incluso el catalán. Sueño con muchas cosas. Muchas de ellas se terminarán cumpliendo, muchas no. Pero aún así el lugar en el que se desarrollen nuestros sueños es lo de menos.
En Nueva York hay muchos paisajes, gente con dinero, el cielo azul con pájaros revoloteando a su alrededor..


También es un lugar como tantos otros. Sin embargo Nueva York tiene algo que otros lugares no tienen.
Existe una mansión donde un millonario con síndrome de Diógenes guardaba los fetiches de su vida. De libros a partituras. Y aún siguen ahí.
Pierpont Morgan era un coleccionista voraz. Se le podría definir como un depredador del pasado, que poco a poco iba atesorando la letra de sus mitos literarios como si fueran reliquias sagradas.
También existe la caligrafía elegante de Wilde, aquel que refinó sus ideas sobre la supremacía del arte en una serie de diálogos y ensayosBalzac, las aristas imposibles de Lord Byron... Y muchos más.
Hoy se puede ver en una de las plantas superiores de la Biblioteca Morgan una sala donde la luz es tan tenue que parece recordarnos que en otro tiempo solo las velas nos alumbraban....
Hoy, sólo nos queda el resquicio de esa luz para ver que nuestros sueños por muy lejos que estén todavía tienen una pequeña probabilidad de realizarse.

No hay comentarios: